Tiramos el papel al contenedor azul y después compramos papel reciclado. Entre medias, pensamos que alguna empresa cercana lo estará reciclando. Pero nada más lejos de la lógica: en muchas ocasiones, el papel se pasa 28 días navegando hasta China.
Así lo explica Clemente Álvarez en el blog ambiental Eco Lab.
En el artículo queda claro que, antes de reciclar, hay dos posibilidades más: reducir y reutilizar.
Aún así es mejor reciclar que no hacerlo porque se contamina menos llevando el papel a China que teniendo que fabricar papel nuevo…