Hace unos dÃas me topé con un artÃculo titulado “Recuperar el equilibrio de mercado” y me resultó bastante interesante. Es un resumen a vista de pájaro sobre las causas y efectos del hecho de modificar la jornada laboral. No tiene desperdicio.
De alguna manera habrá que romper esta espiral en la que estamos inmersos. Cualquier cosa es preferible a que siga aumentando el número de parados.
Qué interesante… la reducción de la jornada laboral, una demanda decrecentista, es adoptada también por gente del capitalismo. Realmente serÃa interesante estudiar hasta qué punto la reducción de la jornada laboral harÃa crecer el PIB, pues a menos horas menos sueldo, por lo que el consumo de los que tienen trabajo (cada vez más si se reduce la jornada laboral) se tendrÃa que reducir. Es decir, si las horas totales de trabajo se conservan y el salario total de todos los trabajadores también, el consumo total de todos también se tendrÃa que mantener. Simplemente reduciendo la jornada laboral estarÃa más repartido.
El decrecimiento no pide sólo la reducción de la jornada laboral como método de justicia social (mayor reparto) y pleno empleo. También pide la reducción de la producción (¿para qué queremos producir más? ¿tenemos más hambre? ¿más necesidades reales? en tal caso serÃamos más pobres…), reduciendo asà la huella ecológica global.
Ojo, tampoco hay que confundir las cosas… en una sociedad decrecentista la gente no trabajarÃa menos, simplemente estarÃa menos tiempo en el curro. Pero tendrÃa tiempo para cocinar, hacer chapucillas en la casa o educar a sus hijos… ahora trabajamos tanto que compramos comida precocinada porque no tenemos tiempo para cocinar, llamamos a un profesional porque no sabemos arreglar nuestra casa y contratamos a un canguro o profesor particular porque no tenemos tiempo de estar con nuestros hijos. Dos espirales girando en direcciones opuestas. ¿Acaso alguien elegirÃa la segunda de forma consciente?
Y dicho esto, ahora sÃ, en una sociedad decrecentista la gente trabajarÃa menos (incluyendo también el trabajo no asalariado como cocinar, educar a los hijos…) porque tendrÃa menos necesidades, se habrÃa librado de lo superfluo y estúpido de su vida y, por ello, serÃa más ligero, más feliz.
¿Cualquier cosa es preferible con tal de que no siga aumentando el número de parados?
Niego la mayor. Cualquier cosa es lo que estan haciendo. Cosas sin pies ni cabeza que nunca se reflejan, cuyos efectos nunca se esperan y se solapan con nuevas medidas, a las que nuevamente no se dara tiempo para desarrollarse.
Suponiendo que valiesen para algo.
Sin duda que reducir jornadas laborales seria una forma de repartir el trabajo entre mas gente, una medida de justicia social, al menosos de reparto mas justo, pero sin cobrar la mitad del salario por la mitad del trabajo. La linea a seguir debe ser trabajar por un salario justo.
El articulo dice que reduciendo la jornada laboral los ricos serian mas ricos y los pobres menos pobres. Los ricos no tienes que ser mas ricos, ya basta. Ahi es donde tenemos la base de reducir las horas laborales sin reducir el salario en la misma proporción. Hemos de reclamar una renta basica universal (sean cuales sean las horas laborales) que debe salir de la implantación de un techo salarial (los ricos ya son suficientemente ricos)
Tambien resulta muy interesante el trabajo llevado a cabo por la NEF (New Economic Foundation) en relación a la relación de la jornada laboral.(http://www.ecopolitica.org/downloads/21Horas/21horas_web.pdf) Si el dinero es el que hay, la solución es trasvasarlo de unos bolsillos a otros.
Ivón, el artÃculo no dice “que reduciendo la jornada laboral los ricos serian mas ricos y los pobres menos pobres”. Leelo bien. Dice “si se hubiera mantenido la jornada laboral…” entonces es cuando los ricos serÃan más ricos y los pobres más pobres.
No digo que reducir la jornada laboral sea la mejor solución o la única. Digo que por algo habrÃa que empezar, tanto para decrecentistas como para no decrecentistas.
Está claro que los decrecentistas buscamos algo más, no sólo en favor de los trabajadores de aquÃ, sino también del equilibrio del planeta.