Desde la década de los 80, la estrategia de acumulación de capitales, de competir por tener más beneficios que la competencia, ha ido acelerándose… En los últimos años, sin embargo, esta tendencia ha dejado de lado cualquier consideración ética posible, dando lugar a la pérdida de clase media en las sociedades autodenominadas “avanzadas” (es decir, las que más materias primas necesitan para mantener su nivel de consumo, las que más contaminan en términos globales…). Vamos, que es como si en una carrera de ir dando saltos con los pies juntos cada vez los corredores fueran separando más los pies hasta que todos vieron que el resto estaba empezando a correr y todos hayan acabado corriendo, a toda velocidad, y justificando su violación de las normas del juego alegando que es necesario para ganar, que no hay otra alternativa, que hay que ser más veloces que el resto, que los demás dan pasos más grandes y rápidos que nosotros y que no nos podemos quedar atrás. ¿Os suena?
Ante la versión oficial que los políticos y los economistas de tele y corbata repiten como un mantra, otros tienen otra visión de las cosas. El premiado documental Inside Job indaga sobre las causas de la crisis financiera: quién, cómo, por qué… Si queréis verlo sólo tenéis que instalar gratuitamente unos plug-ins, muy sencillo.
Aquí, en España, aunque los paralelismos no sean perfectos, también tenemos lo nuestro. Hemos elegido el vídeo de Españistán, no por su vocabulario, ni por su final sospechosamente eurocentrista, sino por la claridad de su explicación.
Ambos vídeos señalan claramente que la crisis financiera no es debida a la mala gestión de unos u otros países, sino a descarados intereses económicos de unos pocos y a la cobardía y lamentable, si no ausente, ética de los que dicen representarnos. Ahora, tras el dinero concedido a las farmacéuticas para comprar vacunas contra la gripe A, tras “rescatar” a la banca, tras sueldos vitalicios y múltiples cargos y corruptelas varias… ¿quién se cree que los recortes sociales son necesarios? ¡Basta de mentiras! Nuestra determinación parte de tener la visión clara; nuestra fuerza, de la unidad.