Cuando una asiste o imparte una charla de decrecimiento va analizando punto por punto las incoherencias del sistema económico actual, dibujando un escenario en el cual el sentido común lleva necesariamente a un mundo más tranquilo, más sensato, más basado en la cooperación y las relaciones sociales… Sin embargo, por muy brillante que sea la exposición o por muy sesudo que sea el análisis siempre queda algo… algo sutil, algo que falta…
Cuando se habla del empoderamiento en diversos niveles suena bien, incluso se pueden abrir los ojos un poco más que antes, una sonrisa se esboza y un revoloteo te hace cosquillas en el estómago, o un pequeño vértigo te impulsa el pecho hacia arriba… pero falta algo, siempre falta algo…
Os propongo el siguiente ejercicio que, si no habéis experimentado el decrecimiento, será un buen primer paso:
1.- Comprad en un pequeño comercio bicarbonato sódico (en una droguerÃa 1kg puede rondar los 2€) y vinagre de vino (del baratillo, 1€/L aprox.).
2.- En una botella de 1L echa 1 vaso de agua y uno de vinagre. Coge 1/2 vaso de bicarbonato y ve echándolo con paciencia dentro de la botella. Notarás que burbujea, no pasa nada, no va a explotar y no es tóxico. Es un gas (dióxido de carbono) el que se libera de la reacción, al igual que el agua oxigenada en contacto con la herida libera oxÃgeno y burbujea. Cuando hayas puesto todo el bicarbonato llena la botella con agua y déjalos un ratejo, que se vayan conociendo… Lo que se forma es acetato sódico, que actúa como un mini-mini-jabón, por eso no verás grandes burbujas y parecerá que estás limpiando con agua. Pero confÃa… y… ¡Felicidades! ¡Acabas de obtener un limpiador ecológico, barato y biodegradable!
3.- MUY IMPORTANTE: Observa durante los siguientes pasos las emociones que te vienen.
4.- Pon un chorrillo en un cubo de agua (no tanto! no te encanes!)… 🙂 ¡y a fregar!
5.- Pon un chorrillo más pequeño todavÃa en un bote con vaporizador y rellena con agua… ¡y experimenta! Cristales, puertas de madera, los muebles de la cocina… aquella superficie que nunca te atreviste a limpiar por muy sucia o recóndita que esté… ¡nada se te resistirá!
Adiós al “olor a limpio” (es decir, a una sustancia quÃmica que huele a… “limpio”), adiós a la industria quÃmica, adiós a la suciedad, adiós a los infinitos envases para limpiadores para cristales, lejÃa, lejÃa perfumada, lejÃa jabonosa, lejÃa con tensioactivos, oxÃgeno-power-balance, baño, fregasuelos… ¡has ganado mucho sitio en el mueble de los quÃmicos de limpieza! Ya le puedes hacer una pedorreta a la industria quÃmica, tendrás que llevar a reciclar menos envases y tu bolsillo lo agradecerá. ¿Notas ese vértigo, esa experiencia de hacerlo realidad, de independizarte de la industria quÃmica y tóxica, de perder los miedos mediante tu propia experiencia, de estar mejor con menos en este planeta? ¡Felicidades! ¡Has experimentado el decrecimiento en primera persona!
¿Y ahora? Ahora a compartirlo, a regalarlo, a aprender de otras personas y a experimentar las experiencias decrecentistas, tanto individuales como colectivas, que te apetezca. No es que sea posible o no… ¡es que ya lo estás haciendo! Estas cambiando el mundo y, lo más importante, algo en tu interior ha empezado a cambiar.
Recuerda: lo importante es el proceso, disfruta del proceso, los resultados vendrán por sà solos…
ya tÃo, creo que acabas de dejar sin trabajo como a 1297 personas de un plumazo.
no, en serio, suena genial, habrá que probarlo. quiero decir, como limpiador, aunque…
Hola! Voy a probar el fregasuelos, y querÃa saber si podrÃa echarle algún aceite esencial para el olor (por ejemplo de limón para la cocina). Hago detergente con jabón y bicarbonato, y me pasa que el bicarbonato neutraliza el olor del aceite de lavanda.
Vinagre y bicarbonato mezclados en una botella sirven para que un globo se hinche sólo, es un clásico. Pero luego al fondo quedan unos polvillos, ¿qué debes hacer con ellos? ¿añadirlos también a tu detergente ecológico?
Para el olor viene bien el zumo de limón, aunque no soy muy amigo de perfumar las cosas, prefiero que huelan a lo que huelen.
Los polvillos pueden ser acetato sódico que no se ha podido disolver porque está muy concentrado, o bicarbonato sódico que has puesto de más. Si quieres salir de dudas puedes quitar el lÃquido y echarle más vinagre, y ver si burbujea o no… pero en cualquier caso sirve para limpiar.