La Naturaleza lleva en casa miles de millones de años… El secreto de la sostenibilidad reside, por lo tanto, en copiar su comportamiento, sus dinámicas, sus caracterÃsticas y aprender de su sabidurÃa… Para ello es necesario vaciarse y escuchar, saber escuchar… para copiarla, es decir, para desarrollar una biomÃmesis.  En fin, que mientras el cierre de ciclos, la energÃa solar, la ralentización de los procesos, la autolimitación en el crecimiento y otras caracterÃsticas se han trabajado más, hay otras caracterÃsticas que bien nos podrÃan enseñar mucho y que son más desconocidas. Hoy hablaremos de la redundancia. ¿Qué es?
Bien, si tienes tres elementos desempeñando una función, quitamos cualquiera de los tres y resulta que los otros dos elementos son capaces de cubrir la función que el elemento sustraÃdo hacÃa… entonces podemos decir que estos elementos son redundantes. Ahora bien, si quitamos alguno de los tres elementos y la función se ve comprometida, entonces podemos decir que ese elemento era especÃfico de esa función.  Mientras el capitalismo tiende a la sobreespecialización como forma de ganar competitividad, la Naturaleza tiende a la redundancia como forma de ganar estabilidad en un sistema. ¿Qué? Me explico: si tienes 10 elementos desempeñando una labor de forma redundante y un cambio brusco elimina 9 de esos 10 elementos, entonces esa labor seguirá siendo desempeñada, aunque sólo sea por un elemento. Ahora bien, si una labor es desempeñada por un experto y ese experto muere, está de baja o se va de la empresa, entonces esa empresa quedará desprovista de la actividad que el experto hacÃa. Es decir, que la Naturaleza es más resiliente, es decir, más capaz de absorber los cambios y perturbaciones de origen normalmente antrópico.  Dos documentales: la voz del viento y Stop, rodando el cambio.
Seguimos aprendiendo humildemente de ti, Madre Naturaleza…