El EZLN cumple 30 años, ¡felicidades!

foto Marta Rivasés Moñux

foto Marta Rivasés Moñux

Y entonces así aprendieron los hombres y mujeres verdaderos que las preguntas sirven para caminar, no para quedarse parados así nomás. Y, desde entonces, los hombres y mujeres verdaderos para caminar preguntan, para llegar se despiden y para irse saludan. Nunca se están quietos.

La historia de las preguntas. El viejo Antonio.

Hace más de 500 años comenzó la resistencia de los pueblos indígenas frente a la colonización. Durante la misma, se impusieron otros modos de pensar que no consiguieron acabar con toda la cultura de los pueblos cuya esclavitud, sin embargo, no permitía organizarse. En ese tiempo de sometimiento ya comenzó la lucha y la resistencia.

Muchos años después, el 17 de noviembre de 1983, se fundó el EZLN (Ejército Zapatista de Liberación Nacional) con la idea, aun vigente, de construir un mundo en el que quepan muchos mundos. Cinco hombres y una mujer, tres mestizos y tres indígenas, instalaron un campamento en el interior de la Selva Lacandona, en el sureste mexicano. Diez años después, el mundo entero miraba hacia Chiapas cuando el primer día de enero de 1994 se alzaban en armas por democracia, libertad y justicia.

Hoy, 30 años después, el camino que iniciaron estos hombres y mujeres continúa. Aún con remiendos y cicatrices, con todas las presiones de los distintos malos gobiernos por hacerlos desaparecer, continúa la lucha de los y las zapatistas. Las demandas de entonces siguen vivas: trabajo, tierra, alimentación, techo, salud, educación, independencia, justicia, libertad, democracia, paz, cultura y derecho a la información.

El EZLN comenzó a explicar a las familias en cada comunidad el porqué y el para qué de la lucha y su invitación a participar. Durante 10 años, mujeres y hombres se estuvieron organizando en la clandestinidad, en el interior de la selva, para salir en la madrugada del primero de enero dispuestos a morir sin imaginar el camino que iba a seguir su lucha. Desde aquellos días de enero de 1994 (hace casi ya 20 años), no se han vuelto a levantar las armas.

En estos casi 20 años, el sueño de la autonomía es una realidad para las y los zapatistas. Un ejemplo de que es posible vivir de otros modos, un autogobierno basado en el “mandar obedeciendo” en el que el pueblo decide cómo quiere vivir.

El 17 de noviembre de 1983 un reducido grupo de indígenas y mestizos llegó a la Selva Lacandona con una bandera de fondo negro con una estrella roja de cinco puntas y cuatro letras:“EZLN”. Treinta años después, lo seguimos celebrando.

¡Viva el EZLN!¡Zapata vive!¡La lucha sigue!

Comments are closed.