“Paso por la Castellana cuatro veces al dÃa y siempre acabo cabreado”, dice Alberto con una gran sonrisa. Es una de las 3.500 personas que ha formado parte de la Criticona 2010. Gente disfrazada, un saxo y un perro en su carrito, una ‘bio-lenta’, algunos conductores impacientes y una mayorÃa alegre por prestar su habitual espacio, bebés contentos en las bicicletas de sus madres y padres… Madrid pedalea, Madrid decrece.
Y aquà os dejamos este vÃdeo colgado ayer mismo por Rollerpress.