Pongamos por caso… el pueblo indígena Mapuche en Chile está siendo literalmente destrozado por el gigante de la electricidad Endesa, que aliada con la administración chilena ha asediado a este pueblo, inundando su territorio, con el fin de hacerse con gran parte del mercado eléctrico sudamericano. Los que deciden hacer de David enfrentándose al gigante acaban en la cárcel bajo la acusación de terroristas. ¿Y los que no?. ¿qué posibilidad les queda?. Enfrentarse al peor castigo que un pueblo como el Mapuche puede sufrir: el destierro, la expulsión de su territorio, la emigración forzada.
Pongamos por caso… miles de familias dedicadas a la venta de productos agrícolas en Mali están viviendo la imposibilidad de enfrentarse y competir con los productos llegados de Europa, económicamente competitivos gracias a las pingües subvenciones recibidas. Por otra parte, oyen historias que hablan sobre la opulencia del mundo rico. Esto les anima a emprender la marcha. Lo que tal vez no sepan es que muchos se quedan en el camino. O sí lo saben, pero tienen que arriesgarlo todo.
Pongamos por caso… la Unión Europea manda sus gigantescos barcos pesqueros a aguas africanas, porque la pesca irracionalmente incontrolada ha hecho estragos en las nuestras, con el fin de robar, literalmente, el pescado a miles de pueblos costeros de Kenia o Somalia. Los hay que deciden convertirse en la cuarta pata del eje del mal, en los piratas asesinos que invaden nuestras televisiones, para defender legítimamente lo que es suyo. Aquellos que optan por otra vía se enfrentarán a los gendarmes de Europa, que están en su propio continente gracias a la infame externalización de las fronteras.
Pongamos por caso… pueblos enteros del Mato Grosso han visto como sus tierras de cultivo, y gran parte de la selva amazónica, ha sido invadida por infinitas plantaciones de soja, ya que el mismo gobernador de Mato Grosso, Blairo Maggi, es el propietario de la mayor empresa productora de soja en el mundo. Estas gentes no entienden el mundo en el que viven. Estas gentes no logran comprender como se arrasa el mayor pulmón del mundo, su paisaje, para alimentar cerdos y vacas de la parte norte. A estas gentes solo les queda el recurso de la emigración a las descomunales ciudades brasileñas, y engordar la cifra de los que intentan sobrevivir en el submundo de las favelas.
Y así podríamos estar eternamente…
ante un sistema capitalista que requiere mano de obra semiesclava en años de bonanza y que después impone las políticas represivas de freno a la inmigración cuando no son necesarios…ante una actual UE en la que resurgen discursos desde los altos estratos políticos que huelen a exaltación chovinista, y por tanto, racista.
El depredador sistema económico, el atroz e inhumano sistema capitalista que se ha impuesto globalmente, ha demostrado sobradamente su total despreocupación tanto por el medio ecológico como por la mayor parte de las personas que habitan en él. Dicho sistema facilita la rapiña de la empresa privada transnacional, la cual impone sus objetivos a los organismos políticos que deberían servir de freno. Esta connivencia entre la política y el capital desquicia todo lo que toca, convirtiendo en mercancía a los seres humanos y a la tierra que habitan.
Muchos de los presupuestos a los que aspira el decrecimiento (vuelta a las relaciones económicas locales, más cercanas y humanas, actividades productivas más respetuosas con el medio ambiente…) están siendo masacrados por la libertad otorgada al gran capital. El sistema es veloz, rápido, impone la carrera del más fuerte. El decrecimiento propone bajar el ritmo, para dejar de tirar piedras sobre nuestro propio tejado.
La globalización está matando a la Pacha Mama. La globalización esclaviza a gran parte de los hijos de esta. Les impone la condición de seres de segundo orden. Porque para sostener un trono se necesitan muchos portadores.
Raul
Si es que en este mundo patas arriba todo el mundo es libre menos las personas. Los inmigrantes son una cifra más en los cálculos estadísticos de un ministerio de trabajo (esclavo).
El mercado inunda todo nuestro pensamiento. Porque el problema no es el capitalismo en sí, el problema es el capitalismo en mí
Grande Mikel!! hay que descolonizar el imaginario, es decir, desaprender las mentiras que hemos aceptado, replantearnos… Si no seguiremos esquilmando a todas las naciones que osen poseer una materia prima que necesitamos. Somos drogadictos del crecimiento, siempre más y más, no importa quien caiga en el camino…
Me gusta mucho el vídeo de los piratas, pone de manifiesto qué es lo que pasa cuando el hombre blanco abandona África: riqueza, y de muchos tipos!!
Si es que ya lo decía Gandhi: hay de sobra para las necesidades de todos pero nunca suficiente para la avaricia de unos pocos.
Nuestro sobredesarrollo, su subdesarrollo…
muy bien tu forma de explicar el rpoblema del capitalismo