¿Qué es el pacto del Euro? Suena a un pacto para salvar nuestra moneda, ¿verdad? Suena a que si lo firmamos, todos nuestros problemas desaparecerán, y la prosperidad, la competitividad y el crecimiento volverán otra vez a llamar a nuestras puertas, a pasear por nuestras calles, a entrar en nuestras tiendas…
El 24 y 25 de este mes, deberá firmarse, o no, el pacto por el Euro. Es decir, todavÃa estamos a tiempo. Pero, ¿es tan malo realmente? ¿Por qué estas personas de traje oscuro iban a firmar algo que vaya en contra de nuestros intereses como ciudadanos… otra vez?
La respuesta es sencilla, ya Rosa lo explicó muy bien. La Unión Europea, basada sólo en la unidad económica, se rompe. Esta economÃa que hace que los ricos sean más ricos y los pobres sean más probres ha rasgado el tejido económico europeo. Los pobres han ido cayendo: Grecia, Irlanda, Portugal… España está en todas las quinielas como la próxima… Y los ricos les han ayudado de la misma forma que alguien que le da de beber veneno a un sediento. La deuda impuesta por los ricos a los pobres ha de convertirse, según los deseos de los ricos acreedores, en algo que no dista mucho de unas imposiciones coloniales.
El pacto por el Euro trata de obligar a los paÃses deudores a pagar sea como sea, independientemente de su polÃtica interna. Da igual que se obligue a paÃses, cuya población está en una situación económica comprometida, a renunciar a asistencia social, a la sanidad pública, a la educación pública. Da igual que esta situación haya sido generada por los mismos que ahora pretenden cobrar sus préstamos. Da igual que todo rastro de lógica y sensatez quede sepultado y olvidado. Las palabras competitividad (precariedad), mercados (sistema donde especuladores ricos se vuelven más ricos a costa de los que menos tienen) y crecimiento (desastre ecológico y social bien conocido) lo impregnan todo… Es el fracaso de un sistema hecho a la medida del dinero. En definitiva, vuelve a ser un atentado contra la democracia, contra la soberanÃa de cada paÃs. Nuevamente los mercados tratan de imponer sus normas, de doblegar a nuestros gobernantes (que lo firman encantados) y de burlarse de este sistema que nos gustarÃa, algún dÃa, llamar democracia.
Por eso, para que algún dÃa podamos vivir en democracia hemos de volver a salir a la calle. ¿Dónde y cuándo? Eso depende de dónde vivas o dónde quieras participar… Porque la democracia se contruye dÃa a dÃa, y la construÃmos nosotros (sÃ, ¡¡tú también!!), porque si no nadie más lo hará… El vértigo de construir un mundo a nuestra medida volverá a recorrer nuestras venas una vez más… y no será la última…