Hace unos dÃas nos dieron unos melocotones maduros, unas uvas en perfecto estado y unos higos que iban a tirar a la basura…
Ayer, tras pelar y deshuesar los melocotones, quitar las pipas de las uvas fácilmente con un cuchillo y quitar el rabito de los higos, los puse a hervir durante horas y horas… a fuego lento el calor fue convirtiendo los azúcares complejos (sin sabor dulce) en azúcares simples (dulcecitos!!). Esta mañana pasé la batidora y lo volvà a calentar… tras un ratete hirviendo y espesando mientras desayunaba, calenté agua para esterilizar unos botes.
Llegado el momento, introduje con una cuchara el dulce brebaje en los botes, los fui cerrando y dando la vuelta. Tras enfriarse me han quedado cuatro botes de mermelada de melocotón, uvas e higos que iban a tirar a la basura, y sin azúcar añadido!!!
Se conserva gracias al calor (que mata los bichitos que habÃa) y al vacÃo que se crea al enfriarse en los botes bocabajo (que impide que más bichitos entren).
Y calentarlo durante horas ¿no contaminará mucho? Pues desde luego mucho menos que el CO2 liberado al cultivar y transportar el azúcar desde los confines del mundo.
Mermelada gratuita (o barata si es que pagas luz o gas) y sana hecha a partir de frutas que iban a tirar a la basura… el decrecimiento mola.Â