Hemos conocido un proyecto que utiliza una economÃa diferente, una economÃa basada en la generosidad y la confianza, con un impacto medioambiental casi nulo y un impacto social  muy positivo. Hemos hablado con su promotor, que le gustarÃa que el modelo se replicara en otros sitios. Como conoce y ha experimentado el poder del anonimato, no diremos su nombre ni dónde ocurre.
En una casa de Madrid le ofrecen generosamente el salón de su casa (no le piden nada), esta persona ofrezce generosamente sesiones de yoga, asà como un espacio para resolver y compartir dudas, aprender colectivamente… y tampoco pide nada a cambio. Las personas pueden contribuir al proyecto, al menos, de dos maneras distintas. Bien pueden contribuir con algo de dinero en una bolsita de tela negra, donde la dación es anónima. Ese dinero se utiliza para fomentar dinámicas de generosidad anónima entre las personas. Otra forma en la que pueden contribuir es de forma directa, mediante estas acciones de amabilidad anónima. ¿Cómo?Pues mediante unas tarjetas, por ejemplo, donde explican y animan a seguir la dinámica de generosidad. Por ejemplo, puedes dejar pagadas dos cervezas en un bar con esta tarjeta, y la persona siguiente recibirá (honestidad del camarero mediante) ese regalo, o puedes sacarle la basura al vecino y dejarle la tarjeta, o destenderle y doblarle la ropa (si estás en una corrala, por ejemplo) y dejarle esta tarjeta, o pillar alguna macetilla con una planta, entrar en cualquier portal y dejarle la maceta con la tarjeta a quien sea, o dejar pagado un décimo de loterÃa para el siguiente… el lÃmite es la creatividad…
Para las personas que están en su proceso espiritual (la espiritualidad no es sino un camino para disminuir la individualidad y abrirte y contectarte con el mundo y los seres que lo habitan), estas acciones son un ejemplo de karma yoga (o yoga de la acción), una acción honestamente desinteresada donde te entregas a la acción, con confianza, donde te abres a la generosidad y no permaneces para recibir los frutos de tu acción, como el árbol que no disfruta del sabor de sus frutos, como el mar que no es capaz de saborean ni una gota de su agua… Que no quede mencionar esa sensación de conexión sutil que queda entre las personas que dan y reciben de forma anónima…Por otro lado, como activista, esta práctica te permite un cambio de paradigma. Normalmente tenemos una esfera de influencia visible (los resultados de las acciones que vemos) y una esfera de influencia invisible (una que no podemos controlar, más imprevisible). Gran parte de la frustración como activista llega porque basamos el éxito de nuestras acciones en la consecución de los objetivos que nos hemos marcado, es decir, pensamos linealmente. Y sin embargo, gran parte de los resultados de nuestras acciones nos pasan inadvertidos sin que nos den ánimos para continuar. Los actos de generosidad anónima entrenan a la mente a renunciar a la esfera de influencia visible y basar el sentido de nuestras acciones en nuestras acciones en sà mismas (lo importante es el proceso) y tener una plena confianza en esa esfera invisible de influencia. Asà aprendemos a utilizar un pensamiento no lineal, más cercano a la realidad. Y ponemos los cimientos para un activismo como forma de vida, un activismo que no te desgasta, sino que te aporta porque tiene su sentido en sà mismo. Si todas las personas que se acercaran al activismo permanecieran porque disfrutan cambiando la sociedad, en pocos años habrÃa un cambio de facto increÃble. Además, pasas de una individualidad a una suerte de colectividad, preparándote mejor para procesos colectivos, tan necesarios para el cambio social…
Asà es como un pequeño acto de generosidad se amplifica, se infiltra a través de los corazones de las personas y va cambiando la sociedad, gota a gota… Es una forma de activismo poco común, que no es compatible con los procesos de cambio colectivo sino, muy al contrario, es de gran ayuda a estos!!
Si deseas fomentar la generosidad no dudes en utilizar estas u otras imágenes (en la variedad está el gusto), imprimirte unas cuantas… y empezar a fomentar dinámicas basadas en la generosidad, la amabilidad y la interdependencia entre los seres. Pequeños actos revolucionarios del dÃa a dÃa… 🙂
Me encantaaaaaaaaaaaaaa
seguro no se pide nada? después de leer esta parte, la siguiente es:puedes contribuir de dos formas…. pa mi que esto es pedir. Ay ! el cambiar las cosas sutilmente…. para qué? para interés del creador!. Nombremos como es, seamos quienes somos y no otra cosa. SonrÃe!
La economÃa de la generosidad no es una economÃa desmercantilizada, pero sà sin ánimo de lucro. En este caso, contribuir al proyecto de generosidad es siempre una opción, una oportunidad y no un intercambio. Éste último se basa siempre en igualar el valor de dos cosas intercambiadas entre dos personas. La contribución se refiere a contribuir a un proyecto que te trasciende como individuo. Es decir, si te pasan una pelota y se la pasas al siguiente estás contribuyendo a que la pelota siga moviéndose. Es este sentido de contribución el que se utiliza, y no el de pagar algo que has recibido.
Como hemos descrito, el dinero no se usa para lucro personal, sino para financiar dinámicas de generosidad anónima entre las personas. Yo mismo he tenido la oportunidad de comprobar la reacción de una persona que recibe esa generosidad y no sabe quién ha sido… y es una reacción espectacular, en cada persona es distinta, pero siempre hay un cambio de paradigma, aunque sea por un momento…