Vamos con la práctica decrecentista del mes de febrero.
El Decrecimiento es una transformación social muy profunda, debe ocurrir a muchos niveles, tanto individuales como polÃticos. Y la polÃtica no consiste en elegir a unos profesionales y luego desentenderse, en la actualidad no hay ningún movimiento institucional que tenga a la vez la voluntad de hacer los cambios necesarios y el poder de hacerlo. Para que el proyecto decrecentista tenga posibilidades de éxito, es necesaria una gran movilización social, de personas “normales” como tú o como yo. Personas que por un lado apoyen a los actores oficiales que están dando pasitos en la dirección correcta, y por otro creen sus propias estructuras de organización y empoderamiento, que no solo exijan a los gobiernos medidas, sino que las vayan construyendo ya mismo, sin depender o necesitar el permiso de instancias superiores.
Ahora mismo:
- La primera batalla que hay que ganar es la de la información, hay que romper el pensamiento único transmitido por la televisión y los grandes diarios. Infórmate en medios alternativos y difunde esta información entre las personas a tu alcance (familia, amigos, en el trabajo o hasta donde tengas alcance).
- Puedes seguir blogs especÃficamente decrecentistas como el propio Decrece Madrid, cualquiera de los que se pueden ver en Decrecimiento.info, o también CrashOil, Última llamada o el blog de Florent Marcellesi.
- O también medios más generalistas pero en lÃnea alternativa, como las revistas Alternativas económicas, Opciones, los periódicos Diagonal, La Marea, El diario.es o televisiones como TeleK o La Tuerka, o incluso las revistas Mongolia y El Jueves, que en clave de humor sueltan más de una verdad rompedora (aunque a menudo sin salirse de la lÃnea desarrollista).
Poco a poco:
- ¡Agrúpate! Para decrecer hay que saber pensar y actuar colectivamente. Cualquier actividad organizada en grupo es buena como aprendizaje social, aunque sea para hacer deporte, viajar o hablar de cine o libros. De ahà se puede pasar a grupos con un componente transformador, como un grupo de consumo, un huerto urbano, una asociación de vecinos que defienda los intereses del barrio, un colectivo de teatro social, un centro social autogestionado o una asamblea local, por ejemplo.
A fondo:
- ¡MovilÃzate! Si de verdad tienes ganas de actuar, puedes participar en grupos de presión que intentan influir en las autoridades, participar en partidos alternativos e intentar fomentar las ideas decrecentistas en su interior, o directamente colaborar con los movimientos que aspiran a crear aquà y ahora otros mundos, sin esperar el “permiso” de las autoridades.
- En el primer caso hay miles de posibilidades. Por poner algunos ejemplos, tenemos las campañas de Ecologistas en Acción y otras ONGs similares; asociaciones como FSF, Partido Pirata o Wikileaks que luchan por la libertad de información a diferentes niveles; colectivos feministas, anticonsumistas, movilizaciones contra el TTIP, etc…
- En el segundo, Equo es un partido que incluye el decrecimiento en su ideario. Los movimientos Ganemos están muy abiertos a este tipo de ideas. En Podemos predomina el pensamiento productivista, pero participando en sus CÃrculos se puede presentar la idea de decrecer, incluso hay algunos grupos de trabajo favorables. Y hay otros partidos en los que se puede influir también o que tienen algunos elementos afines.
- Y finalmente, si no quieres esperar a que los que mandan hagan algo, existen los movimientos neorurales, la economÃa social, colaborativa y del bien común, la agricultura ecológica y grandes estructuras como el Mercado Social o las Cooperativas Integrales.